Para cuándo el deseo olvido que quiero. O recuerdo tampoco es eso,
Esto, a través del tiempo, los hijos, tu promiscuidad tibia contaminada.
La sométalas, el alba, los estadios. Derrumbes e infinitos techos a la intemperie.
Tu carisma y vos. Mi necesidad infructuosa . Mi fruta a punto de podredumbre.
No dolor no es resignación. Es apagar en los tableros, fugas de cimas energéticas.
Yo, después de todo ,prefiero elegir sentir que esto es que te quiero . Aunque luego se olvide.
En la vida. En la cama. Real del vértigo.
1 comentario:
El amor y el abismo se parecen. Cautivan, despiertan temor, parecen únicos e irrepetibles, solo se los puede sentir si uno se lanza a ellos, y nos hacen creer que podríamos escapar del trágico final.
Por algún motivo, el iris de tu ojo y la palabra galixia se asociaron.
Publicar un comentario