.las horas matan y luego mueren.

Nos creemos grandes. Cosas únicas.
Somos tremendos aparatos.
Y
VosTambien. 





(O capaz te comiste la hostia eterna.
Éramos tan punks mientras tomabas  la merienda a disgusto.
Y pobrecita tan fotocopia con méritos propios. Un montón eh. 
Esfuerzo vano tremendo de aburrido por imposible. 
Es claro.
Duerme muerte.)



Podrás llegar a una pantalla de las nieves pero al corazón nunca.
Lamentó informar.



Que felices somos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La felicidad se emparenta con la inconsciencia. La tristeza se emparenta con la consciencia.

Cuando uno se siente triste, está triste. Cuando uno se siente feliz, ya ha dejado de serlo.

Es un sentimiento fantasma.

INVERSA

exorcismos sencillitos

Mi foto
Creemos que el tiempo nos mata lenta e inexorable-mente. Pero además de eso; la hora, al consumirnos, muere también. -como el fenómeno de ciertos insectos- Las palabras exorcizan a las horas. Los dedos liberan al tiempo. El tiempo nos vuelve libres. *