.las horas matan y luego mueren.

Mi curso de encuadernación

Olvide la primer frase
Que disparaba este torrente de letras inconexas
El sonido del cuerpo el absurdo de las presencias ausentes
Intro
Puñales visiones de asomo al pasado del presente
Sin sexo en quietud prísmica
La lógica del absurdo
El ansia de trascendencia que veo en otro
Admiración de comunicadores
La impunidad del deseo que se fue a correr
Y ya no habita
Súplica de célula
Lejos queda patético
dentro ya ni me encuentro
boceto
o cuando te mentís
nada más que a vos.
Vos sin forma
 con los ojos hinchados de tanta retención líquida;
Ojo de tierra musgo atroz acantilado
 de fotocopias
Y mezquindades.
Tanto tranquilo. Mucho de todos. Nada de nadie.
Baila sin sentido.
Volver a sentir lo




Ni pido.



Donde susurra la sangre atorada.
Justo
Ahí.














1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Por qué darse por vencido?

INVERSA

exorcismos sencillitos

Mi foto
Creemos que el tiempo nos mata lenta e inexorable-mente. Pero además de eso; la hora, al consumirnos, muere también. -como el fenómeno de ciertos insectos- Las palabras exorcizan a las horas. Los dedos liberan al tiempo. El tiempo nos vuelve libres. *