Creemos que el tiempo nos mata
lenta e inexorable-mente.
Pero además de eso;
la hora, al consumirnos,
muere también.
-como el fenómeno
de ciertos insectos-
Las palabras exorcizan a las horas.
Los dedos liberan al tiempo.
El tiempo nos vuelve libres.
*
3 comentarios:
y no habrá nada dentro
que me haga salir
porque establezco campamento base allí...
y apretar en el puño no solo esta noche.
sino cada próxima luna
de aquí
hasta el canto de los siete jinetes.
Agarrarse a la tierra
presupone
vida.
todo el mundo cabe en tu puño
toda nuestra vida
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