.las horas matan y luego mueren.





las manos me granizan fluídos
que arrastro entre anémonas sulfurosas.





bajo
lento

l e n t o




entre



puño de daga vestida con acero oxidable
raspo los bordes de tu dentadura nueva
y entretanto
tejo

una lenta enciclopedia
de palabras
y
anilina vertiginosa


.


nada sabe
de mi ventana grande a la calle
pisos de madera
y sueños desvestidos.



-cuando mis terminaciones rugen así, más te vale andarme cerca-










5 comentarios:

alegría del hogar dijo...

jaajjajaa! que hermosa! me pusiste un piecito en cada peldaño!

te adoro!

ignífugo. dijo...

caben ventanas de madera
y calles por el piso, sueltas.
como la rabia envasada al vacío sobre los últimos.

onemandarino dijo...

difícil pedirle a la presa estar cerca a una manada de fieras rugientes



y sin embargo...la presa cae.
Más le vale.


más me vale.

ig dijo...

   El mirar no aturde. El mirar no invade. El mirar es una invitación inversa.

Pamela Bram dijo...

Me gusta la anilina violeta... la azul también.

Pero paso más tiempo coleccionando palabras.

INVERSA

exorcismos sencillitos

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Creemos que el tiempo nos mata lenta e inexorable-mente. Pero además de eso; la hora, al consumirnos, muere también. -como el fenómeno de ciertos insectos- Las palabras exorcizan a las horas. Los dedos liberan al tiempo. El tiempo nos vuelve libres. *