.las horas matan y luego mueren.




la mesa tendida en el cuello portátil.ráfagas de aire seco hundiéndose en ventanas. tiempos verbales en puertas de museo. matas de pelo enredándose en la raíz de un círculo no-metálico.
sin aspirinas, sin plan de fuga. el tren, dos aires en dosis de dictados indolentes. pesquisa arroz y hectolitros de saliva rodando por sillones de terciopelo. la muda el salvaje y la ronda espiralada en ampulosos gestos sin dimensión alguna. panza de sapo rugosa y exquisita, dobleces de volver a encontrar el órgano luctuoso.
no. jamás pensé en ser alpinista.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno. un beso cuerpo. si, todos interpretan distinto las cosas que no son solo ya cosas en uno.

ionito dijo...

señorita de las lecturas invertidas (dos puntos)

Me comunico con su blog, porque usted removio las telarañas del mio.

Con respecto al post, es claro, su tanta feminidad no le permite ver las infinitas chances, que nosotros los machitos tenemos para errar el meo.

Ni tampoco, los infintios juegos y deportes (sea, por ejemplo, apuntarle a la pastilla desodorante o a concluir el mismo tiempo que apretamos el botón).

Y ya que estoy, con respecto a su poesia acoto.
Me confunde la imagen del terciopelo y los hectolitros de saliva, porque tal vez el terciopelo mojado pierde la condicion de terciopelo, como el papel higencio mojado, que pierde la condicion de pepel y de higenico (jaj, venia al caso, por eso)

En fin, el climax esta es su negación por el alpinismo.

Jamas penso en ser, sus piernecitas son muy flacas, no podria:-)

ionito dijo...

guarning! hay horrores ortograficos en el texto superior. Sepa disculpar al señor de las ansias.

Anónimo dijo...

mejor
no digo


lo que
pienso.-




imagine

ig dijo...

   "Buenos Aires... humedad".

Anónimo dijo...

Me parece que ser drástico es lo único que me funciona, o en realidad no sé si funciona, pero es una acción. Lo cuál es mucho mejor que ninguna acción. Lo cuál es la regla cuando no estoy balanceándome en los extremos.

En fin.

Pero no quiero ser tan drástico (es una palabra pegadiza, deberé dejarla?) otra vez, así que voy desapareciendo en el transcurso de una semana.

VII días. Y un reloj gigante va a marcar un día completo. XXIV.

Y va a haber un exorcismo, y fuego. Y va a ser drástico, drástico, drástico.

Pero no escribo chau y desaparezco en un solo acto, porque sé que no te gusta. 7 días.


"No puedo esperarla más." leí, y pensé que hablaban por mí.

INVERSA

exorcismos sencillitos

Mi foto
Creemos que el tiempo nos mata lenta e inexorable-mente. Pero además de eso; la hora, al consumirnos, muere también. -como el fenómeno de ciertos insectos- Las palabras exorcizan a las horas. Los dedos liberan al tiempo. El tiempo nos vuelve libres. *