.las horas matan y luego mueren.


y hoy no hubiese salido del agua. y otra vez me olvidó lo que me gusta comer, y tengo frío en las manos. pruebo sacando fotos; las ideas se me aparecen como en un asalto. a mano desarmada. música en eterno play. los espejos no reflejan lo que yo veo. las sombras me intrigan. las palabras me atan a un sitio inexplicable. todos esperamos respuestas. imagino un próximo abrazo, pero es incierto que llegue. fobia a la televisión; rara forma de sentarme y cruzar las piernas.una compulsión líquida. se oxida la bici, muerta de risa en el patio.dos gatos compañía y pelos y algún lío sin desborde; ojalá aprendieran ellos también a ir al baño.
sospecho cientos de nuevos errores. quiero otros viajes. cambié los muebles de lugar.
llega mi hermana. siento nuevamente el frío imposible en los dedos: no quiero quedarme manopléjica. tenés que devolverme unas cuantas cosas que dejé en tu casa.yo te alcanzo las llaves. será un invierno largo.
uf.
acabé.

1 comentario:

Unknown dijo...

acabaste
y con la bici oxidada
y los dedos frios.

INVERSA

exorcismos sencillitos

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Creemos que el tiempo nos mata lenta e inexorable-mente. Pero además de eso; la hora, al consumirnos, muere también. -como el fenómeno de ciertos insectos- Las palabras exorcizan a las horas. Los dedos liberan al tiempo. El tiempo nos vuelve libres. *