.las horas matan y luego mueren.


porque creía que mi vértebra debe encontrar su par.
al menos unos cuantos encuentros lujuriosos, sudados, embadurnados.
hablo da carne, claro. de pulsiones vitales.
antes de quedar sexopléjica, anestesiada.



cuando fabrico las ideas, las palabras salen atropellándose,
maleducadas y fallidas. se ríen en mi cara y no colaboran.

he ahí que la educación de mamá, de la santa escuela
no pueden, ni modo, redimirme de la irrefrenable ganas que tengo
de patear cada estructura. que la cohesión y la coherencia, junto con el receptor,
se las arreglen solitos.
yo no puedo ofrecer entendimientos
soy una lengua milimétrica, soldada con vapores de antaño.

sin fórmula.

nada placentero es saber que debo encontrar un hombre
que abra la boca para que yo me asome y le salpique con letras intelegibles.




luego, haremos el amor, o tendremos sexo, o cojeremos con desesperación.


amor no necesito. no puedo manejarlo.
soy pésima en el uso de las tijeras.

tendales de heridos que me niego a seguir oyendo,
desde el sepulcro, caras grises y de goma, con rostros parecidos a otros que alguna vez amé
gritan desde el pasado que tienen no sé qué cuenta pendiente.

¿ Conmigo?

ni modo.




soy inocente.sólo necesito una buena dosis de piel que se me caiga encima.
nada más. pero creo que este no es el lugar indicado.
al fin y al cabo nadie lee.


quién me va a invitar a jugar?



se fue el páramo precipicio de los días asuetos
yo estoy suelta.









4 comentarios:

ig dijo...

   A ver: definamos "Nadie".

teleoalreves dijo...

touchè. me liquidaste.


*

Anónimo dijo...

Te invito a jugar
aunque vos estes poniendo las reglas








porque vamos:
..al fin y al cabo nadie me lee!!

y sabes que quienes te leemos por aca, es precisamente porque vos nos trajistes.

JUEGO con vos, jugamos?

Anónimo dijo...

ese fui yop


























tus letras tienen algo, no se capaz deliro y es tan lineal como lo escrito, pero no se sera que quiero leer al reves algo que no lo tiene

INVERSA

exorcismos sencillitos

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Creemos que el tiempo nos mata lenta e inexorable-mente. Pero además de eso; la hora, al consumirnos, muere también. -como el fenómeno de ciertos insectos- Las palabras exorcizan a las horas. Los dedos liberan al tiempo. El tiempo nos vuelve libres. *