me asomo a los pensamientos como si fueran hondos pozos de agua peligrosa. cuando siento que voy a asomarme en alguno doloroso, cambio la señal. transformo el color del silencio y paso al próximo aljibe.
Creemos que el tiempo nos mata
lenta e inexorable-mente.
Pero además de eso;
la hora, al consumirnos,
muere también.
-como el fenómeno
de ciertos insectos-
Las palabras exorcizan a las horas.
Los dedos liberan al tiempo.
El tiempo nos vuelve libres.
*
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