bajar al agua. entrar a chorros contra el muro empañado. no hay apóstol posible cuando un ritmo pierde ímpetu. tal vez sean las flores que nunca nacen en otoño. tal vez sea la piel que esconde a trasluz, un espejo.
Creemos que el tiempo nos mata
lenta e inexorable-mente.
Pero además de eso;
la hora, al consumirnos,
muere también.
-como el fenómeno
de ciertos insectos-
Las palabras exorcizan a las horas.
Los dedos liberan al tiempo.
El tiempo nos vuelve libres.
*
1 comentario:
Siempre es la humedad la que esconde los motivos de esas tormentas que ndie ve ni escucha en tiempo real.
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