.las horas matan y luego mueren.

aparecido
constante el vaivén bendito del cuerpo y la risa
el galope de los fluídos
los atisbos de ilusión.
equívoca de un día.
tenía que ser domingo y que nadie piense más que en sí.
desaforar la necesidad primaria
desfasar el transcurso del tiempo.



¿qué vino a ser esto?


¿dónde queda recostado el secreto?






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Alabado sea el polvo con lluvia y dominguero.

PD: Los secretos no existen; los ignorantes, sí.

teleoalreves dijo...

amen

INVERSA

exorcismos sencillitos

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Creemos que el tiempo nos mata lenta e inexorable-mente. Pero además de eso; la hora, al consumirnos, muere también. -como el fenómeno de ciertos insectos- Las palabras exorcizan a las horas. Los dedos liberan al tiempo. El tiempo nos vuelve libres. *