Cuando uno es Muy feliz, no tiene demasiado que contar.
Se parece al éxtasis. Es paz de la linda. De la buena.
La noche ya bosteza primaveras y una mujer se suelta el pelo.
Creemos que el tiempo nos mata
lenta e inexorable-mente.
Pero además de eso;
la hora, al consumirnos,
muere también.
-como el fenómeno
de ciertos insectos-
Las palabras exorcizan a las horas.
Los dedos liberan al tiempo.
El tiempo nos vuelve libres.
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