.las horas matan y luego mueren.





ahora que te deleitas
con la ausencia nocturna
ahora que desparramas
tu pensamiento a hojarcadas
sobre el mío
y copulamos simbióticamente
en una marejada de letras estériles
ahora que un avión cae
y miras fijo en tu mano
constatando que aún te queda pulso.
ahora que rasguñas la pared de la noche
y te mueves mirando en todas direcciones.
ahora es momento de empezar a matar al juego.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hoy


esa foto nublo toda palabra, perdoneme




esa foto

no se que decir


si viera detenidamente todas las fotos tuyas que hasta el momento vi




ESA, es de las que mas me gusta

Anónimo dijo...

Creo que encontré algo... estos son los delirios de los que hablabas (y lo que encontré no viene a por los delirios)? Si es así, me gustaría que fuera al revés, que todo esto fuera todo lo que podamos considerar normal, promedio, estándar, lo que sea, y todo lo normal fueran los delirios, y así todo tendría sentido a pesar de que casi siempre la vida parece ser un montón de cosas sin sentido, y de hecho probablemente no lo tengan, pero bueno, podría ser peor. Como cuando una banda saca un disco igual al anterior pero que no está bueno porque es igual, entonces es peor, y después vuelve a pasar lo mismo? Bueno, así, pero aplicado a todo el mundo y el universo.

ig dijo...

   El juego, un laberinto ...y un Minotauro incofesable.

INVERSA

exorcismos sencillitos

Mi foto
Creemos que el tiempo nos mata lenta e inexorable-mente. Pero además de eso; la hora, al consumirnos, muere también. -como el fenómeno de ciertos insectos- Las palabras exorcizan a las horas. Los dedos liberan al tiempo. El tiempo nos vuelve libres. *